UN NUEVO MIEMBRO DE LA FAMILIA: Cómo cuidar a tu cachorro

Siendo éste, el primero de los artículos de www.cuidotumascota.es lo más oportuno sería empezar por el principio, es decir, cuando el cachorro llega a casa.

Los primeros días del cachorro en su nuevo ambiente deben ser de adaptación y familiarización con todos aquellos elementos, personas, sonidos con los que el animal convivirá a lo largo de su vida. Es lo que se conoce como socialización.

Este periodo, en los perros, empieza en la tercera semana de vida y dura aproximadamente hasta las 12-14 semanas. El inicio viene marcado por el desarrollo sensorial (olfato, vista, oído...) y la capacidad motora suficiente para explorar todo aquello que le rodea [1]. Hay que destacar que socialización y aprendizaje, en este caso no son sinónimos, y que por tanto no debemos intentar que nuestro cachorro aprenda todo lo que nosotros queremos en este breve periodo de tiempo ya que podremos seguir enseñándole después de las 12 semanas.

Si entendemos socializarse como habituarse e interaccionar de forma normal con aquello que nos rodea, entenderemos que un cachorro no debe perder contacto con su madre y hermanos hasta pasado el mes de vida. Muchos criadores o tiendas pueden llegar a falsear las fechas de nacimiento para librarse de los cachorros rápidamente pero si esto le sucediera seria aconsejable que usted contactara con el criador para que al menos unas horas al día el cachorro pudiera socializarse con individuos de su especie.

La perdida temprana de contacto con sus congéneres puede ser causa de agresividad hacia otros perros en la madurez, ya que los verá como algo extraño, diferentes a él, y por lo tanto, una amenaza.

Además es durante esta época cuando empiezan los juegos con sus hermanos y aprenden a controlar la intensidad del mordisco. Un perro mal socializado puede llegar a morder causándole graves heridas mientras juega con él de forma no intencionada.

También será importante que el animal interaccione con las personas y con ello no nos referimos solo a adultos sino también con niños, o ancianos con bastón. Puede parecer algo insólito pero nuestras mascotas no identifican igual a un bebé en una cuna que a un niño de 7 años. Si conseguimos que el perro se habitúe tanto a niños como a adultos evitaremos que mas adelante pueda mostrarse temeroso o incluso agresivo ante su presencia.

Por último ruidos (coches, petardos, aparatos mecánicos...), objetos (cepillos, secador, correas,...) y otros estímulos deberán ser presentados de forma que el animal no los asocie con algo negativo sino positivo, véase un premio o una simple caricia.
Otro aspecto importante que marcará el comportamiento de adulto es el papel que va a ejercer en la jerarquía familiar. Debemos tener en cuenta que la jerarquía empieza a establecerse durante el periodo de socialización pero que se extiende hasta los 4 meses de vida.

Durante los juegos debemos mostrarnos dominantes (ponerlo boca arriba, cogerle el morro y acercárselo al suelo, tocarle la zona perineal...) no debemos dejar que nos muerda porque ahora es un cachorro y sus mandíbulas tienen poca fuerza pero al crecer se harán fuertes y musculosas y entonces el riesgo será mayor ya que podría desarrollar agresividad por dominancia.

A parte del comportamiento en estos primeros días también es importante el alimento que se le va a dar. Existen cientos de marcas comerciales, desde aquellas que son propias de un determinado supermercado hasta aquellas que solo puedes encontrar en los centros veterinarios.

Hay que tener en cuenta que la diferencia de precio entre unas y otras puede ser muy grande pero debemos pensar que el cachorro es un animal en desarrollo y que lo que coma influirá el modo y velocidad de crecimiento.

Existen dietas especificas para cachorros normalmente bajo el logotipo de “puppy <1 año”. Son dietas ricas en energía y en minerales como el calcio que ayudará al desarrollo óseo de su perro. No hay que caer en el error de dar suplementos vitamínicos o minerales sin supervisión veterinaria ya que podría alterar el proceso natural de crecimiento originando de forma iatrogénica un proceso musculoesquelético.

Algunas marcas comerciales de alta gama además diferencian en puppy maxi (razas de gran tamaño) y puppy mini (razas toy o mini) modificando la composición del pienso para que se ajuste a la perfección con las necesidades de su perro y el tamaño del grano para facilitar su digestión.

Es por tanto conveniente que desde pequeño procuremos dar alimentos específicamente formulados para cachorros y de calidad, ya que ahorrar unos euros en el pienso puede suponer a la larga un gasto mayor derivado de posibles problemas digestivos.

Finalmente deberás estar atento al estado de vacunación y desparasitación de tu perro. Los cachorros son susceptibles de sufrir enfermedades víricas como la parvovirosis que cursa con trastornos digestivos que se manifiestan principalmente en forma de diarreas muy mal olientes y que pueden ir acompañadas de sangre o parasitarias como la giardiosis que tambien cursa con un proceso digestivo.

Es muy importante que al adquirir un cachorro, lo pongas de inmediato en manos de un veterinario para que le haga un examen general y pueda detectar de forma precoz cualquier síntoma de enfermedad.

Existen diferentes pautas de vacunación para cachorros. Muchos animales que se adquieren en tiendas o criaderos suelen llevar una primovacunación de parvovirosis en estos núcleos animales existen muchas otras enfermedades que podrían afectar a su cachorro por lo debes tener especialmente cuidado al dejarlo con otros animales ya que el cachorro recibe su inmunidad natural de la madre (placenta y calostro) pero sólo contra aquellas enfermedades con las que la madre haya tenido contacto y haya desarrollado defensas.

Si partimos de la base que el cachorro debería adoptarse a las 7 semanas (esta socializado ya con otros perros, ha aprendido a jugar, y la madre empieza a rechazarlos) debería recibir la primera vacuna al cabo de unas dos semanas aproximadamente es decir cuando ya haya cumplido los dos meses. Es conveniente esperar 10 días a vacunar para que el cachorro tenga a punto su sistema inmunitario para poder reaccionar a la vacuna y crear defensas. Es muy importante también saber si donde se ha adquirido desparasitan a los cachorros ya que ANTES de vacunar hay que desparasitar internamente. Existen productos específicos para desparasitar cachorros en los centro veterinarios. Cuando realice la primera visita su veterinario le recomendará el que necesite su cachorro.

El cambio de ambiente del cachorro y la separación de sus congéneres suponen un estrés, por ello recomendamos esperar, como mínimo, una semana para vacunarlos. Se debe revacunar a los cachorros a las 4 semanas aproximadamente con un recordatorio y en muchos centros recomiendan una tercera vacuna al cabo de 4 semanas mas para asegurar la protección del animal. Una vez este protegido podrás sacarlo a la calle y disfrutar con él de largos paseos.

Si queréis más información podéis consultar el libro de Xavier Manteca “etología clínica veterinaria del perro y el gato”.

Natalia Félez
colegiado #4251
Colegi Oficial de Veterinaris de Barcelona

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